Lovis
Platos delicados en la antigua cárcel de mujeres
La Kantstraße es famosa por su profusión de restaurantes internacionales. Y ahora que el LOVIS ha abierto sus puertas, hay una emocionante novedad en Charlottenburg. Las luces titilan prometedoras tras las ventanas de un antiguo edificio de ladrillo, que en su día fue una cárcel para mujeres, e invitan a pasar una deliciosa velada. A través de una puerta de acero gris se accede al patio interior del edificio, que durante la temporada adecuada recibe al comensal con un opulento verdor.
La construcción de ladrillo data del periodo denominado Gründerzeit, es decir, la época de los fundadores, y además del restaurante Lovis, transformado en un lugar de retiro, también alberga el hotel Wilma y una galería de arte y showroom. El comedor se ha ubicado en lo que antiguamente fuera el patio de la cárcel, que se ha techado y ahora se ilumina tanto con las lámparas de la fábrica Bocci como con la luz de las estrellas. Aquí disfrutará de un ambiente de cuento acompañado de una excelente y joven cocina alemana. Sophia Rudolph, la jefa de cocina, se ha labrado una gran reputación en otros establecimientos de la ciudad y es famosa por su enfoque sostenible y local, que a la vez sabe reinterpretar platos tradicionales.