Parques de Berlín: oasis verde para las familias
4 emocionantes parques para que los niños jueguen y se relajen en Berlín.
¿La visita turística a la Puerta de Brandeburgo y la Torre de la Televisión le ha dejado con la boca abierta, pero ahora mismo lo que necesita es hacer una buena pausa? Perfecto, porque Berlín es mucho más verde de lo que uno se imagina al principio. Por ejemplo, entre Reinickendorf y Rudow, encontrará preciosos parques, canales, lagos y bosques. Nosotros le revelamos los mejores sitios para relajarse o jugar con sus hijos.
Relájese como un rey en la Pfaueninsel
Al sudoeste de Berlín se encuentra la romántica Pfaueninsel. En ella, gracias al Castillo Blanco y al idílico parque, el visitante se siente como si se hubiera perdido y hubiera acabado en un cuento de hadas. La propia reina Luisa de Mecklemburgo iba de visita a la Pfaueninsel periódicamente con su familia para escapar de la rutina diaria. Usted sentirá lo mismo: ante las puertas de la ciudad, los niños podrán jugar en los prados mientras usted se recuesta sobre la hierba y se olvida del mundo a su alrededor. Y si después vuelve a tener ganas de moverse un poco, puede pasear por la isla con los más pequeños a ver si se cruzan con alguno de esos pavos reales que dan nombre a la isla.
Colina de escombros y Fuente de los Cuentos de Hadas en el parque público Friedrichshain
El ambiente del Volkspark Friedrichshain (parque público Friedrichshain también es mágico. Al oeste del parque, delante de la Fuente de los Cuentos de Hadas, 106 figuras de los personajes de los hermanos Grimm talladas en piedra esperan que sus hijos las descubran. ¿Quién será el primero en acertar de qué cuentos provienen estos héroes?
Al este de esta ubicación, unas amplias praderas invitan a dejarse caer. El tamaño del parque permite pasar un rato tranquilo con los niños en el corazón del ajetreado centro de la ciudad. Para pasear con los más pequeños, también son muy populares las colinas de escombros, a las que puede subirse por un camino circular. Se llenaron de escombros de guerra tras el final de la Segunda Guerra Mundial y ahora se funden a la perfección con la vegetación del parque. Además, el resto de las atracciones del parque, como su gran parque infantil, la terraza-cafetería y el cine al aire libre, convierten este parque en uno de los más populares de Berlín.
Jardines del Mundo en el parque recreativo de Marzahn
Todo el mundo es verde: en los Gärten der Welt im Erholungspark Marzahn (Jardines del Mundo del parque recreativo de Marzahn), podrá relajarse con sus hijos a la vez que disfruta del cuidado diseño de los jardines y de un sinfín de flores procedentes de otros países. En diez jardines internacionales distintos, como el chino, el balinés o el italiano, descubrirá plantas fascinantes. Planifique suficiente tiempo para su visita porque los jardines ocupan la misma superficie que 60 campos de fútbol. Y si usted es de los que se pierde con tan solo entrar al recinto, debería dejar que los niños fueran delante en el laberinto. Solo los más valientes se adentran entre los tejos de hoja perenne para encontrar la salida tras incontables vueltas y recovecos.
Consejo: Bájese en la estación de metro Kienberg y continúe el trayecto con el único teleférico de Berlín, que sobrevuela Schorfheide, hasta la entrada de los Jardines del Mundo. Además, si hacen un pequeño alto en el camino, podrán subir al mirador Wolkenhain.
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Parque público Rehberge
Mientras que en la mayoría de los parques de Berlín lo que hay sobre todo es espacio para relajarse, hacer una excursión al Volkspark Rehberge im Wedding (eparque público Rehberge del barrio de Wedding) resultará una grata expedición alternativa a través de la naturaleza. Por el sendero natural del parque, aprenderá mucho sobre los prados y los campos que está atravesando y, en la reserva natural, podrá observar jabalíes, ovejas y faisanes. En invierno, la pista para trineos se convierte en todo un imán para los más pequeños. Con un desnivel de más de 300 metros, usted y sus hijos se deslizarán a toda velocidad sobre su trineo y una blanca alfombra de nieve.