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Magnolias de tulipanes en flor en el Palacio Pfaueninsel en Berlín
Isla Castillo Pavo Real © SPSG, Foto: Michael Lüder

Pfaueninsel y Schloss Pfaueninsel

Una joya en el Havel

Nota: El castillo está cerrado hasta entonces.

“Como en un cuento surge una imagen de mi infancia: un castillo, los pavos reales sentados en un palo largo o en una rueda, fuentes, praderas sombreadas, senderos que serpentean, que llevan a todas partes y a ningún lugar…”. Este es el entusiasmado relato de Theodor Fontano sobre la Isla de los pavos reales, que se encuentra en lugar escondido al sudoeste de Berlín, en mitad del río Havel. A esta isla, con un kilómetro y medio de largo y medio de ancho, solo se puede acceder con el ferri, y desde 1924 es un espacio natural protegido. Paseando se encuentran continuamente pavos reales en libertad. Entre 1794 y 1797, Federico Guillermo II mandó construir el castillo blanco de la Isla de los Pavos reales, que puede verse a lo lejos. Estaba hecho para atraer las miradas desde un eje visual del Nuevo Jardín (Neuer Garten), pero también le servía al rey para remar hasta allí en barca y pasar una noche con su amante, Guillermina Encke. El castillo se caracteriza por sus dos torres redondas que están comunicadas por un puente de hierro forjado, dando la impresión de ser una fortaleza medieval. En el colorido jardín de la Isla de los Pavos reales se encuentran además otras construcciones, como el Luisentempel, la antigua Meierei (granja) y la Kavaliershaus, de estilo neogótico. Por último, en los años 60 se utilizó como decorado para varias películas de Edgar Wallace, como “La puerta de la siete llaves”, "Vuelve el brujo” o “El horror del castillo de Blackwood”.

Corriente:

Horario de funcionamiento del transbordador insular: 
De noviembre a febrero
De lunes a domingo
10.00 - 16.00 horas
Año Nuevo (01.01.2025)
11.00 - 16.00 horas

El castillo Pfaueninsel cerrado

La lechería de Pfaueninsel está cerrada