Schloss Friedrichsfelde

Es un viaje por la historia de la cultura berlinesa: las paredes revestidas de papel pintado con flores y animales; por todos lados cuelgan retratos de antiguos habitantes; en las elegantes vitrinas, porcelanas berlinesas y cristal de Brandemburgo, y de los techos cuelgan lujosas arañas de cristal. El Palacio Friedrichsfelde nos muestra cómo era una residencia del siglo XVIII. El edificio se construyó en 1695 para el jefe de la Marina Benjamin Raule como Palacio de Rosenfelde. Sin embargo, cuando poco después Raule perdió el favor debido a prácticas comerciales supuestamente fraudulentas, tomó el palacio el rey prusiano, y pasó a llamarse Friedrichsfelde. Tras varias reformas y ampliaciones, en 1800 adquirió finalmente su forma definitiva, según el gusto clasicista. El Palacio de Friedrichsfelde se encuentra hoy en el parque Tierpark Berlin, en el barrio oriental de Friedrichsfelde, y alberga un museo. En las ricas colecciones pueden verse, además de pinturas de Anton Graff, Jakob Philipp Hackert y Eduard Gaertner, entre otros, esculturas, muebles, relojes y extraordinarios objetos en plata berlinesa, objetos de gres clasicistas, así como productos de la fundición de hierro real. La interesante historia del Palacio y de sus antiguos habitantes se explica en expertas visitas guiadas.

En la "Sala de Historia" del ala este, hay una nueva exposición permanente: se presentan los 400 años de historia del castillo y se ofrece a los visitantes una apasionante visión de la historia de Berlín, que comienza en 1237 con la primera mención documentada de Cölln, una de las dos ciudades a partir de las cuales se desarrolló Berlín. Además, la exposición se centra en los hitos históricos del Palacio de Friedrichsfeld en los siglos siguientes: su historia arquitectónica, el saqueo, la decadencia y la reconstrucción.

Los visitantes son invitados regularmente a conciertos clásicos de primera clase en el salón de baile.