Hace tiempo que Mecklemburgo-Pomerania occidental, la tierra entre Berlín y Hamburgo, destaca por méritos propios. Ciudades hanseáticas con altísimas iglesias de ladrillo, pueblos de pescadores con cabañas de techos de caña y palacios con parques de fábula invitan a descubrir la zona mediante las diferentes rutas.
Las zonas más hermosas del estado federado se pueden descubrir caminando, en bici o en barca. Además, sus 2000 kilómetros de costa del mar Báltico y sus más de 2000 deslumbrantes lagos hacen que la región sea un paraíso para el baño y la práctica de deportes acuáticos.
Ya se encuentre en unas vacaciones activas o de viaje por ciudades, de vacaciones de relax durante tres semanas o haciendo una parada para recuperar fuerzas dentro de un viaje más largo, la variedad de Mecklenburgo-Pomerania occidental cubrirá todas sus expectativas.
El Ozeaneum de Stralsund
Junto a los museos de los palacios Schwerin, Güstrow y Ludwigslust, el Museo alemán del ámbar, en Ribnitz-Damgarten, y muchos otros museos y exposiciones, se encuentra el Ozeaneum del Museo Oceanográfico alemán, un fascinante viaje subacuático por los mares nórdicos, que fue elegido Mejor Museo Europeo del año 2010.
Centros históricos de Stralsund y Wismar
Las ciudades hanseáticas de Stralsund y Wismar representan el apogeo de la época hanseática, una asociación de ciudades entre los siglos XII y XV, que desde 2002 forman parte del patrimonio de la UNESCO. Junto a recorridos históricos, ambas ciudades, la capital del estado federado, Schwerin, o la mayor ciudad de Mecklemburgo-Pomerania occidental, la ciudad hanseática de Rostock, invitan a ir de compras por las calles y callejones y sus numerosos recovecos.
Los 3 baños imperiales de Usedom
Ahlbeck, Heringsdorf y Bansin son una impresionante representación de la arquitectura típica de baños a través de sus 1900 kilómetros de costas del mar Báltico de Mecklemburgo-Pomerania occidental. Los hoteles de bienestar de primera clase, spas y balnearios ofrecen descanso, aun cuando el sol no brilla mucho.