El pastelero Niko Robert aprendió con chefs famosos y ahora crea sus propias interpretaciones del helado en Prenzlauer Berg. Explica: «nuestro helado tiene que ser
algo especial, no un producto en serie». Si bien es verdad que 1,60 € por bola es un precio realmente alto, se pueden encontrar
sabores extravagantes y de
gran calidad, como helado de vainilla salpicado de panales de toffee.