El Pequeño Museo Grosz
De gasolinera a sala de exposiciones
Es una ubicación tan poco convencional como meritoria. Esta gasolinera retro saneada con un diseño muy moderno en el barrio de Schöneberg despierta asociaciones instintivamente: medio cuadro de Hopper, medio nostalgia berlinesa. Quizá este inusual emplazamiento logre por fin aunar las muchas caras del pintor, artista gráfico, caricaturista, pacifista y crítico germano-estadounidense.
El galerista y coleccionista suizo Juerg Judink cede la gasolinera de la Bülowstraße, completamente saneada, al Pequeño Museo Grosz durante cinco años.
Se trata de un lugar realmente interesante. Su reconstrucción en bloque de viviendas y estudio fue galardonada en 2009 con un premio de arquitectura. Al mismo tiempo, este icono arquitectónico de los años 50 del siglo pasado se encuentra exactamente en el barrio que antaño más influyó en el artista Georg Grosz: en Schöneberg. Aquí fue donde Grosz trabajó en el teatro de la Nollendorfplatz como escenógrafo, y aquí fue también donde vivió el declive del imperio y el surgimiento del partido nacionalsocialista.
Gross se convierte en Grosz
Nacido en Berlín en 1893 como Georg Groß, desde el principio Grosz trata el tema de la desigualdad social en sus obras. Como protesta contra el patriotismo y el ambiente belicista, en 1916 incluso se cambió el nombre por la versión estadounidense Geroge Grosz. Junto con los hermanos John y Wieland Herzfelde fundó la editorial Malik, con la que crearon una plataforma de difusión para el arte político de vanguardia y la crítica política y social.
«PropaganDa-Da George Grosz» y «MonteurDaDa John Heartfield» fundaron el movimiento dadaista en Berlín, a la vez que advirtieron del peligro en ciernes que era la política nacionalsocialista. En 1933, cuando los nazis lo clasificaron como «artista degenerado», Grosz se exilió en Estados Unidos, y no volvió a Berlín hasta 1959, poco antes de morir.
Impulso al discurso crítico
Con el Pequeño Museo Grosz se rememora por fin al artista y la importancia que tuvo para Berlín. No se trata de mostrar la obra de Grosz, sino que partiendo de la reflexión sobre la persona y la historia de este hombre y artista crítico y combativo, se pretende conferir al espectador el impulso necesario para hacer frente a los retos de los tiempos actuales.
El acceso a la exposición transcurre por el antiguo taller, al lado del cual se encuentra una pequeña cafetería. La planta baja de esta nueva construcción alberga una exposición multimedia permanente que retrata la vida y obra de Grosz, mientras que en el piso superior se ubican las exposiciones itinerantes relacionadas con el artista y sus creaciones.
Qué más ver en la Bülowstraße y alrededores
El Museo URBAN NATION es otra sala inusual cerca del Pequeño Museo Grosz, y está completamente dedicada al tema del arte urbano. O si lo prefiere, dando un paseo a lo largo de la Bülowstraße descubrirá una gran cantidad de obras y murales de arte callejero.