1943: Las mujeres de Rosenstraße
Monumento a las protestas de Rosenstraße
Entre Hackescher Markt y Alexanderplatz se encuentra la calle Rosenstraße, que junto con Heidereutergasse forman el margen de un pequeño parque en el barrio de Marienviertel de Alt-Berlin. Allí, en la antigua ubicación de la Antigua Sinagoga destruida en la Segunda Guerra Mundial, se encuentra desde 1995 el memorial "Frauenprotest 1943" de Ingeborg Hunzinger, que conmemora la insurrección de las mujeres del año 1943. Cerca de 8000 ciudadanos judíos fueron detenidos a finales de febrero de 1943 como parte de una nueva ola de deportaciones de las SS y la Gestapo. Entre ellos había unos 2000 judíos, en su mayoría hombres, casados en matrimonios mixtos que se habían librado de la persecución hasta ese momento. Fueron separados del resto de prisioneros y se les llevó al antiguo edificio de la administración social judía en Rosenstraße 2-4. Cegadas por la desesperación y el desconcierto por el destino incierto de sus maridos y hermanos, las mujeres se reunieron con sus hijos la noche del 27 de febrero de 1943 en frente del edificio y exigieron hablar con sus seres queridos. A esto le siguió un llamamiento para la liberación de los miembros de la familia afectados por la "Fabrikation", un eufemismo para la redada de judíos. Cerca de 600 mujeres protestaron cada día a lo largo de una semana.
El 6 de marzo de 1943 se liberaron a los primeros prisioneros, y los demás fueron liberados en los días siguientes. La protesta de las mujeres fue pacífica y no tuvo consecuencias para ninguna de las involucradas. En la actualidad, el monumento creado por la escultura Ingeborg Hunzinger conmemora el valor de estas mujeres, que pusieron en peligro su vida para conseguir la libertad de sus hombres. Además, el monumento también simboliza la discriminación, difamación étnica y persecución que sufría el pueblo judío a diario. El monumento consta de un total de seis elementos: tres bloques de piedra arenisca de color rojizo con caracteres judíos esculpidos, textos y símbolos forman un semicírculo alrededor de una pareja que se abraza. Dos de estos bloques se han hecho para que parezcan desgarrados pero formando una unidad. De una parte surge un hombre que se acerca a una mujer que surge de la otra parte. Esta escena es un símbolo de los acontecimientos en torno a las protestas de las mujeres en Rosenstraße. Otras figuras muestran imágenes de la desesperación y el miedo, así como de la cohesión y la unidad del pueblo judío contra el régimen totalitario. Un hombre de pie fuera del camino con un violín roto representa el proceso de destrucción de la cultura judía por el régimen nazi. Enfrente hay una escultura en un banco del parque, que recuerda cómo los judíos tenían prohibido sentarse en los bancos.