El distrito Charlottenburg-Wilmersdorf

Charlottenburg-Wilmersdorf se presta como un destino inolvidable: Una antigua estación de escucha en plena naturaleza, una iglesia con un pasado visible o una librería por la que pasa el S-Bahn.

El corazón del distrito es definitivamente el Kurfürstendamm. En tiempos del muro, representaba el centro de Berlín Oeste con sus tiendas, cines y discotecas. Al caer el muro, sin embargo, se tranquilizó la situación: De repente, los clubes y bares más modernos y atractivos abrían en Berlín Este. 

Pero desde hace unos diez anos, el Centro Occidental experimenta un nuevo impulso: La Casa Bikini y el Waldorf Astoria hacen que la zona alrededor del Kurfürstendamm vuelva a resplandecer con nuevo brillo. Acogiendo tiendas y restaurantes, galerías y centros de exposiciones, el “City West” se ha reinventado como punto de encuentro popular. Aquí se puede ir de compras y salir. Las calles laterales del Kurfürstendamm emiten un encanto de alta burguesía con sus lindas fachadas y entradas complejamente ornadas.

Encuentre el más lindo de los jardines barrocos en el Palacio de Charlottenburg, cuyas impresionantes habitaciones hacen de él el más grande y seguramente hermoso de todo Berlín. Alrededor del palacio existen diferentes museos para los amantes de la cultura. Pasee por la Schloßstraße con sus hermosas edificaciones originarias de la “Gründerzeit” (la época de los fundadores) y un toque francés.

La elección no será fácil a la vista de los numerosos restaurantes exquisitos, cafés sofisticados y boutiques originales. Déjese inspirar.

Es más tranquilo y verde el Grunewald con sus preciosas villas. El bosque y las riberas del Havel son excelentes destinos turísticos por explorar. El Teufelsberg (la montaña del diablo) es probablemente el lugar más famoso del Kiez: Los restos de la estación de escucha tienen un mórbido encanto y una nota pintoresca al mismo tiempo. No se pierda esta vista sobre Berlín.
No muy lejos de aquí, a cada rato los corazones herthanos (los hinchas del Hertha) laten más fuerte cuando su equipo sale a la cancha del Estadio Olímpico. La Waldbühne es un maravilloso escenario que se ofrece para acoger tanto conciertos al aire libre de estrellas mundiales como el legendario concierto de clausura de temporada de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Saboree desde el campanario situado junto al Estadio Olímpico las fantásticas vistas sobre los espacios verdes de Berlín. Dicho eso, la torre del Grunewald y la mítica torre de radio en el recinto ferial también le hacen apreciar Berlín desde arriba.

Las Viudas de Wilmersdorf del musical Línea 1, con sus perlas y sus abrigos de astracán, ya son más difíciles de encontrar. Hoy en día, se ve a los vecinos tomando un Aperol en el noble restaurante italiano o bien un café en el bistró de encanto parisino del Fasanenplatz. La  Haus der Berliner Festspiele  (“Casa de los Festivales Berlineses”) y el Bar Jeder Vernunft en su histórica spiegeltent, ya tienen fama más allá de las fronteras de la ciudad y atraen a visitantes del mundo entero.

Al otro lado de la Uhlandstraße, los niños se desahogan en el Ludwigkirchplatz a la sombra de la iglesia junto al parque infantil, mientras que los padres se reúnen en el Biergarten adyacente. Numerosos restaurantes alrededor de esta acogedora plaza, la cual no solo los residentes consideran como una de las más bonitas de Berlín, invitan a comer.

Hasta el New York Times se rinde al encanto de Wilmersdorf: la revista ha elegido oficialmente la Rüdesheimer Straße como una de las calles más lindas de Europa y la ha galardonado por su carácter relajado y elegante. “Verano” en Wilmersdorf significa “Fiesta del vino” en el Rüdeheimer Platz – el cual se transforma para esta ocasión en una terraza enorme donde se reúnen familias, amigos y compañeros

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