La Primera Guerra Mundial y la Revolución
Tras propagarse como un incendio incontrolado a causa de los compromisos contraídos por alianzas, la Primera Guerra Mundial terminó dejando tras de sí 17 millones de muertos, y deudas de guerra que Alemania no pudo saldar definitivamente hasta 2010. Como el combate se prolongaba mucho más de lo esperado, Alemania se vio obligada a cambiar el sistema económico liberal vigente hasta entonces para reconvertirlo por completo en una economía planificada de guerra. En Berlín, el consecuente descenso de la productividad agropecuaria trajo consigo a partir de 1915 situaciones cada vez más pronunciadas de escasez en el abastecimiento de alimentos básicos. El cansancio de la guerra, el estallido de las estructuras familiares y sociales preexistentes, la pobreza y el hambre hacían que creciese la contrariedad entre la población. Bajo el lema "Paz y pan", en la primavera de 1918 más de 400.000 personas participaron en Berlín en las manifestaciones antibélicas de la Liga Espartaquista. La protesta alcanzó su punto culminante en la Revolución de 1918, durante la cual Philipp Scheidemann (del Partido Socialdemócrata, SPD) proclamó la República el 9 de noviembre desde el balcón del Reichstag.
La República de Weimar: el levantamiento espartaquista
La guerra estaba perdida, el Kaiser había abdicado y la joven república se esforzaba por estabilizarse. El Partido Comunista de Alemania (KPD) que acababan de fundar Rosa Luxemburg, Karl Liebknecht y Wilhelm Pieck no pudo hacer realidad su aspiración: la república socialista de los consejos obreros. Así, del 5 al 12 de enero de 1919 iniciaron en zonas del centro urbano berlinés y en el Zeitungsviertel o "Barrio de la Prensa" el levantamiento espartaquista, rebelión que fue violentamente aplastada por unidades de los Freikorps, cuerpos paramilitares leales al Gobierno. El SPD resultó el partido más votado en las elecciones para la Asamblea Nacional del 19 de enero. Friedrich Ebert fue elegido así Presidente del Reich, mientras en el Tiergarten Luxemburg y Liebknecht morían asesinados a manos de soldados del Freikorps de la División Armada de Caballería de la Guardia.
La intentona de Kapp
El 13 de marzo de 1920, conspiradores de extrema derecha agrupados en torno a Wolfgang Kapp, Gobernador Provincial de Prusia Oriental, se rebelaron contra la reducción del ejército alemán ordenada en el Tratado de Versalles. Al mando del Freikorps Brigada de Marina Ehrhardt, el general Walther von Lüttwitz ocupó el distrito gubernativo de Berlín y nombró a Kapp Canciller del Reich. El Gobierno huyó de Berlín y llamó a la huelga general junto con el SPD. El funcionariado se negó a seguir las instrucciones de Kapp, y la huelga logró el colapso de los servicios públicos, de modo que el golpe de Estado fracasó.
Berlín se convierte en metrópoli (cultural)
Gracias a la "Ley del Gran Berlín" de 1 de octubre de 1920, la capital se convierte en la mayor ciudad industrial de Europa. Los derechos fundamentales y libertades personales establecidos por la Constitución de Weimar hicieron posible que la ciudad a orillas del Spree llegara a ser la metrópoli cultural de los años 20. El arte y la cultura experimentaron un auge como no se habían conocido hasta entonces. Los artistas más importantes de la época se reunían en el Romanisches Café de la Kurfürstendamm (Bertolt Brecht, Otto Dix, Max Liebermann, Erich Kästner, Joachim Ringelnatz, Billy Wilder, etc.), mientras, con su aparición en 1926 en el Teatro Nelson de la misma calle, Josephine Baker introducía en Alemania el charlestón. En 1928 se representa por primera vez en el Teatro de la Schiffbauerdamm la "Ópera de los cuatro cuartos", que cosecha un éxito mundial.
A la vez que el boom de la vida nocturna berlinesa con sus espectáculos de entretenimiento y variedades, la ciudad siguió evolucionando también de día. Así, en 1921 pasó a disfrutar de la AVUS ("Automobil-Verkehrs- und Übungsstrecke"), la primera autopista del mundo; en 1923 entraba en funcionamiento el Aeropuerto de Tempelhof, y en 1926 quedó abierta al público la Funkturm (torre de radio) con ocasión de la tercera feria internacional "Funkausstellung". La primera "Semana Verde" atrajo a 50.000 visitantes ya en su primera edición en 1926.
La Gran Depresión
Bajo la presión de las potencias aliadas, la Asamblea Nacional, cuyas sesiones empezaron celebrándose en Weimar debido a la agitación política interna, se vio obligada a firmar el 23 de junio de 1919 el Tratado de Versalles, aceptando con ello la culpabilidad exclusiva de Alemania por el comienzo de la Primera Guerra Mundial. Los pagos de reparación resultantes, en total 132.000 millones de marcos, supusieron para la nación una pesada carga que proporcionó a la extrema derecha una bienvenida justificación para combatir contra la República. A Berlín llegó también en 1929 la Gran Depresión , trayendo consigo 664 declaraciones de quiebra y 450.000 parados. En 1932 se había rebajado a la mitad la producción industrial de la ciudad, mientras el paro ascendió hasta el 30,8 por ciento. A excepción de los que hubieran abonado cotizaciones al Seguro de Paro existente desde 1927, los 600.000 berlineses afectados no contaban con más apoyo que el de la Asociación de Beneficencia Obrera (AWO).
Ascenso del Partido Nazi
La leyenda de una "quinta columna" que hizo que se perdiese la Primera Guerra Mundial, la cuestión de la culpabilidad por la guerra, la crisis económica mundial, la pobreza, el hambre y la falta de perspectivas hicieron receptiva a la población respecto a la propaganda del Partido Nazi (NSDAP, Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista), que desde 1920 trabajaba para aniquilar la República. Una vez levantada a Hitler también en Prusia la prohibición de hablar en público, pronunció en 1928 su primera alocución en el Palacio de los Deportes de Berlín. Los enfrentamientos en asambleas o callejeros que a finales de los años 20 se producían cada vez con más frecuencia entre la Sección de Asalto (SA) del Partido Nazi y la Liga Roja de Combate (RFB) culminaron en el "mayo sangriento" de 1929 en Berlín, con 30 muertos, 200 heridos y 1.200 detenciones.
Las elecciones al Parlamento de la Ciudad celebradas el 17 de noviembre de 1929 dieron al Partido Nazi el 5,8 por ciento de los votos, lo que suponía 13 representantes en la asamblea.
En 1932, los nazis ganaron las elecciones al Parlamento Nacional tanto en julio (37,4 por ciento) como en noviembre (33,1 por ciento; en Berlín: 25,9 por ciento), con lo que Hitler logró que el 30 de enero de 1933 el Presidente Hindenburg cediera a sus pretensiones entregándole la cancillería nacional .